Los precios del petróleo influyen mucho más allá de lo que pagamos en la gasolinera. Determinan el coste del transporte de mercancías, la rentabilidad de las aerolíneas, la gestión presupuestaria de los gobiernos e incluso el ritmo del crecimiento económico en todo el mundo.
Cuando el petróleo se encarece, aumentan los costes de transporte y fabricación. Cuando se abarata, los exportadores de energía pierden ingresos, mientras que las economías con un alto nivel de importaciones respiran más tranquilas. Pocas materias primas tienen tanto alcance.
La OPEP+, una coalición de algunos de los mayores países productores de petróleo del mundo, se encuentra en el centro de este sistema. Sus decisiones sobre si aumentar o reducir el suministro pueden mover los mercados en cuestión de minutos. Una sola declaración del grupo tiene el poder de impulsar las divisas, influir en las previsiones de inflación y cambiar las expectativas de sectores enteros.
No es necesario ser un comerciante de petróleo para interesarse por la OPEP+. Sus decisiones influyen en los precios mundiales y en el impulso económico. Cuando las condiciones del mercado cambian, el mundo mira a este grupo para comprender lo que vendrá después.
En las siguientes secciones, analizaremos qué es la OPEP+, los países que la integran, cómo coordinan la producción y por qué sus decisiones siguen teniendo un peso enorme, especialmente en el entorno actual, en el que los patrones de demanda, los riesgos de suministro y las transiciones energéticas a largo plazo están remodelando el mercado en general.
La OPEP+ es una coalición de países productores de petróleo que colaboran para influir en el suministro de crudo en los mercados mundiales. El grupo está formado por los miembros de la OPEP, una organización de larga trayectoria fundada en 1960, y un conjunto adicional de importantes productores que se unieron en 2016, liderados principalmente por Rusia.
La OPEP se creó originalmente para dar a los países productores de petróleo un mayor control sobre sus propios recursos naturales. Antes de que existiera la OPEP, unas pocas grandes empresas petroleras dictaban los precios. Mediante la coordinación de las decisiones sobre la cantidad de petróleo que produciría cada miembro, la OPEP pretendía estabilizar el mercado y garantizar unos ingresos justos para los países productores.
En la actualidad, la OPEP incluye países como:
y varios otros, muchos de los cuales se encuentran en Oriente Medio y África.
En 2016, el mercado mundial del petróleo atravesaba uno de sus periodos más volátiles en décadas. Los precios habían caído drásticamente debido al exceso de oferta y a la ralentización de la demanda mundial. Para restablecer el equilibrio, la OPEP se asoció con productores no pertenecientes a la organización, entre los que destacan Rusia, Kazajistán y México, entre otros.
Esta alianza ampliada se conoció como OPEP+.
La función principal de la OPEP+ es coordinar los niveles de producción de petróleo.
Se reúnen periódicamente para decidir si:
Estas decisiones afectan a la cantidad de petróleo disponible a nivel mundial, lo que influye directamente en los precios.
El petróleo es un insumo fundamental para el transporte, la fabricación, la calefacción, la aviación, el transporte marítimo y muchos otros sectores. Por lo tanto, cuando la OPEP+ ajusta la oferta, los efectos se dejan sentir en todas partes, desde los costes del combustible hasta la inflación y el rendimiento de las economías nacionales.
En términos sencillos: la OPEP+ no controla el mercado, pero tiene el poder de orientarlo.
Aunque la OPEP+ es una gran coalición, algunos países tienen más influencia que otros debido a su capacidad de producción, volumen de exportación y peso político. Las decisiones dentro del grupo suelen girar en torno a la alineación de estos actores clave.
Arabia Saudí es el mayor productor de petróleo de la OPEP y desempeña un papel protagonista en la configuración de la estrategia del grupo.
En la práctica, Arabia Saudí es la fuerza estabilizadora que guía el enfoque de mercado a largo plazo del grupo.
Rusia se unió a la OPEP durante la recesión de 2016 y se convirtió en el miembro no perteneciente a la OPEP más influyente.
Juntos, Arabia Saudí y Rusia marcan la dirección del grupo. Cuando se alinean, las decisiones de la OPEP+ tienden a ser firmes y unificadas.
Los EAU han realizado importantes inversiones para ampliar su capacidad de producción y buscan una cuota mayor que se ajuste a sus planes a largo plazo.
Su postura añade dinamismo a las negociaciones dentro del grupo.
Ambos países tienen grandes reservas y un importante potencial de producción, pero:
Su capacidad es alta, pero su influencia real en el mercado varía en función de las condiciones políticas y operativas.
Países como Kuwait, Argelia, Kazajistán, Angola y Nigeria también contribuyen con una producción significativa. Su influencia suele ser más práctica que estratégica:
En resumen: el peso de las decisiones de la OPEP+ proviene de la coordinación entre los productores de alta capacidad. Arabia Saudí y Rusia marcan la dirección; los demás refuerzan o negocian los ajustes.

El petróleo es uno de los recursos más comercializados y consumidos del mundo. Sin embargo, su precio puede variar rápidamente debido a cambios en la demanda, interrupciones en el suministro, ciclos económicos o cambios en la política energética. Sin coordinación, cada productor bombearía solo en función de sus propias necesidades, lo que a menudo provocaría un exceso o un déficit de suministro y fluctuaciones drásticas de los precios.
La OPEP+ existe para reducir esa volatilidad.
Cuando la economía mundial se ralentiza y la demanda de combustible se debilita, los productores corren el riesgo de generar más petróleo del que el mercado puede absorber. Esto hace que los precios bajen, a veces de forma drástica.
En estas situaciones, la OPEP+ puede decidir recortar la producción para reducir la oferta y sostener los precios.
Por otro lado, cuando la demanda crece con fuerza, por ejemplo, durante períodos de expansión industrial o de aumento de los viajes, el grupo puede optar por aumentar la producción para garantizar que el mercado esté bien abastecido.
La mayoría de los países de la OPEP+ dependen en gran medida de las exportaciones de petróleo para sus presupuestos gubernamentales. La estabilidad de los precios está directamente relacionada con:
Sin coordinación, las caídas impredecibles de los precios podrían crear graves tensiones financieras para estas economías.
La OPEP+ también desempeña una función de comunicación. Sus reuniones, ruedas de prensa y evaluaciones mensuales dan al mercado señales sobre la evolución de la oferta y la demanda.
El grupo no fija los precios, pero, al gestionar cuidadosamente la oferta, orienta el mercado para que:
La OPEP+ orienta el mercado del petróleo principalmente ajustando la cantidad de crudo que producen sus miembros. Cada país tiene un nivel de producción de referencia y los cambios se realizan en relación con este nivel. Cuando el grupo quiere apoyar los precios durante los periodos de baja demanda, anuncia recortes de producción. Cuando el mercado necesita más oferta, puede acordar aumentar la producción.
A veces, estas decisiones se aplican a todos los miembros de forma colectiva y, otras veces, los países toman medidas adicionales de forma voluntaria. Arabia Saudí, por ejemplo, ha reducido a menudo su producción más allá del acuerdo del grupo para reforzar la estabilidad y enviar una señal clara al mercado.
Para garantizar la eficacia de la política, la OPEP+ supervisa si los países cumplen sus compromisos. El cumplimiento puede variar, pero las decisiones tienen influencia porque los principales productores suelen actuar de acuerdo con el acuerdo.
Estos ajustes no se realizan de forma aleatoria. El grupo realiza un seguimiento de las tendencias de la demanda, los patrones de consumo estacionales, las condiciones económicas de los principales países importadores y los niveles de existencias mundiales. De este modo, la OPEP+ pretende adelantarse a los grandes cambios del mercado en lugar de reaccionar a posteriori.
La coalición utiliza la gestión de la oferta para evitar que el mercado sufra oscilaciones demasiado bruscas, aumentando o reduciendo la producción para mantener un equilibrio viable.

Los cambios en la política de producción de la OPEP+ influyen en los precios de la energía, y esos movimientos de precios se propagan por casi todos los sectores importantes de la economía mundial. Dado que el petróleo es un insumo básico para el transporte, la fabricación y la generación de energía, incluso pequeños cambios en el suministro pueden remodelar las estructuras de costes y las expectativas económicas.
Cuando la OPEP+ reduce la producción, la oferta disponible en el mercado se reduce. Esto suele favorecer el aumento de los precios del petróleo.
Cuando el grupo aumenta la producción, la oferta se expande y la presión sobre los precios tiende a disminuir.
Estos movimientos de precios afectan a:
En otras palabras, los precios de la energía influyen en el precio del transporte de mercancías, los vuelos aéreos y el funcionamiento de las fábricas.
Dado que el transporte y la logística vinculan casi todos los productos con el petróleo de alguna forma, las variaciones en los precios del petróleo pueden influir en las tendencias de la inflación.
El aumento de los precios del petróleo puede contribuir al incremento de los costes de transporte y flete, al aumento de los precios de los alimentos y del comercio minorista, y al aumento de los costes de los servicios públicos, incluidos los gastos de calefacción. Por el contrario, cuando los precios del petróleo bajan, esas presiones sobre los costes pueden aliviarse con el tiempo.
Algunas divisas están estrechamente vinculadas a las exportaciones de petróleo. En países como Canadá, Rusia, Noruega y varias economías de Oriente Medio, los ingresos nacionales están vinculados a los precios del petróleo.
Cuando los precios del petróleo suben:
Los operadores de los mercados de materias primas también reaccionan rápidamente a las comunicaciones de la OPEP+, especialmente después de las reuniones formales o las declaraciones políticas.
Las empresas energéticas ajustan sus presupuestos y estrategias de producción en función de las directrices de la OPEP+.
Por ejemplo
El transporte, la logística, las aerolíneas, la fabricación industrial y los productos petroquímicos también ajustan sus precios y su planificación en función de las tendencias energéticas influenciadas por la OPEP+.
La OPEP+ ha acordado pausar sus aumentos de suministro de enero a marzo de 2026, tras una última subida moderada en diciembre de 2025. La decisión refleja tanto la menor actividad estacional del primer trimestre como los crecientes indicios de un superávit en el mercado mundial del petróleo.
Los delegados señalaron que la demanda suele ralentizarse en el primer trimestre, y la pausa tiene por objeto evitar un exceso de oferta en el mercado durante ese periodo.
Esta decisión se produce en un momento de incertidumbre en torno a las exportaciones de Rusia, dadas las sanciones, así como los claros indicios de aumento de las existencias. Las principales empresas comerciales y analistas apuntan a un exceso de oferta que se prolongará hasta 2026, especialmente dado que la producción fuera de la OPEP+ sigue aumentando.
El crudo Brent ya ha bajado ~13 % en lo que va de año, situándose recientemente por debajo de los 65 dólares por barril.
La Agencia Internacional de la Energía prevé ahora que el excedente mundial podría aumentar considerablemente en 2026 si el crecimiento de la oferta continúa al ritmo actual.
La reunión ministerial completa de la OPEP+ está prevista para el 30 de noviembre de 2025, en la que los miembros revisarán los planes de producción para el resto de 2026.
Incluso con estrategias de producción coordinadas, la OPEP+ se enfrenta a un panorama energético cambiante que hace que las decisiones políticas sean más complejas que en ciclos anteriores.
El crecimiento del consumo no es tan fuerte como sugerían las previsiones anteriores:
Esto significa que el grupo debe planificar para un mercado en el que el crecimiento de la demanda es desigual y más sensible a los cambios externos.
Los productores ajenos a la alianza, en particular el esquisto estadounidense, Brasil y los proyectos marítimos en Guyana y África Occidental, siguen añadiendo nuevos barriles. Estos volúmenes reducen el impacto de los ajustes de suministro de la OPEP+ y aumentan la competencia por la cuota de mercado, especialmente en Asia.
No todos los miembros tienen la misma capacidad o las mismas necesidades de ingresos nacionales. Algunos países están presionando para que se aumenten las bases de referencia a fin de reflejar la ampliación de las inversiones. Otros tienen dificultades para cumplir los objetivos actuales. Es imprescindible gestionar estas diferencias para mantener la cohesión y la credibilidad.
La bajada de los precios del petróleo ejerce presión sobre los presupuestos de los países productores.
Esto puede:
El grupo debe tener en cuenta la estabilidad financiera nacional a la hora de establecer los planes de producción.
Los cambios de política a largo plazo y los flujos de inversión siguen avanzando hacia las energías renovables, la adopción de los vehículos eléctricos y la mejora de la eficiencia. Aunque el petróleo sigue siendo fundamental para las cadenas de suministro mundiales, la dirección de la demanda a largo plazo está cambiando, lo que obliga a la OPEP+ a pensar tanto en términos estructurales como a corto plazo.
La OPEP+ sigue siendo uno de los pilares más importantes del mercado energético mundial. Sus decisiones colectivas determinan la cantidad de petróleo que llega a los consumidores, las empresas y las industrias de todo el mundo, lo que influye en los costes del combustible, los gastos de transporte, los presupuestos de producción y el impulso económico en general. Cuando el grupo ajusta la oferta, los mercados responden.
Conocer cómo funciona la OPEP+, quién influye en las decisiones, cómo se coordinan las cuotas y por qué se producen los cambios de política, proporciona una visión más clara de por qué los precios se mueven como lo hacen. También pone de relieve el equilibrio continuo que el grupo debe gestionar: apoyar la estabilidad actual mientras se planifica un futuro en el que la demanda de energía está evolucionando.
La OPEP+ sigue siendo importante porque el petróleo sigue siendo un componente fundamental del sistema económico mundial. Para comprender el mercado, hay que seguir las señales, y la OPEP+ es una de las señales más fuertes que existen.
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