La fabricación repunta en los datos de S&P

La fabricación estadounidense envió señales contradictorias en junio de 2025, ya que diferentes encuestas arrojaron imágenes divergentes sobre el rendimiento del sector.

El PMI manufacturero global de S&P subió hasta 52,9, lo que supone el nivel más alto desde principios de 2022. Esta fuerte mejora reflejó:

• Un crecimiento generalizado de la producción, los nuevos pedidos y la demanda de exportaciones.
• Un sólido aumento del empleo.
• Una mayor confianza empresarial a pesar del aumento de los costes de los insumos y las presiones relacionadas con los aranceles.

Por el contrario, el PMI manufacturero del ISM se mantuvo en territorio contractivo, con un 49, aunque supuso una mejora con respecto a mayo. Si bien la producción y las existencias repuntaron, indicadores clave como los nuevos pedidos, el empleo y la cartera de pedidos siguieron deteriorándose, lo que puso de manifiesto la persistente debilidad de la demanda industrial y la contratación.

Las presiones inflacionistas aumentan ligeramente

En ambos informes, las presiones inflacionistas aumentaron ligeramente, debido en gran medida al alza de los precios de los insumos impulsada por los aranceles y las fluctuaciones monetarias. Las empresas informaron de que habían repercutido parte de estos costes para mantener sus márgenes.

El mercado laboral muestra fortaleza

En un dato más alentador, las ofertas de empleo en Estados Unidos aumentaron considerablemente en mayo, con un incremento de 374 000 hasta alcanzar los 7,77 millones. El repunte estuvo liderado por el sector servicios y se concentró en la región sur, lo que refleja la resistencia de la demanda laboral a pesar de la incertidumbre económica generalizada.

En general, aunque los resultados del PMI muestran un sector en transición, con S&P señalando una recuperación y el ISM mostrando cautela, la fortaleza del mercado laboral ofrece un contrapeso, lo que sugiere que la demanda interna sigue siendo favorable a pesar de los conflictos mundiales.