Las fronteras y la distancia no significan mucho cuando se trata de cómo reaccionan los mercados bursátiles.
Un día difícil en Wall Street puede tener repercusiones en Europa a la mañana siguiente y llegar a Asia por la noche. Esta reacción en cadena no es aleatoria, se llama correlación y explica por qué los operadores bursátiles están atentos a los titulares mundiales incluso cuando negocian con acciones locales.
Veamos cómo se mueven juntos Estados Unidos, Europa y Asia.
Cuando los operadores hablan de correlación, se refieren a la estrecha relación entre los movimientos de dos mercados. Si dos índices bursátiles suben y bajan juntos la mayor parte del tiempo, tienen una correlación positiva. Si uno tiende a subir cuando el otro baja, se trata de una correlación negativa. Y si sus movimientos parecen no estar relacionados, la correlación es cercana a cero.
Para cuantificarlo, se mide en una escala entre –1 y +1:
En la práctica, rara vez se ven coincidencias perfectas. Por ejemplo, el S&P 500 y el Nasdaq 100 suelen presentar una fuerte correlación positiva, pero no todos los movimientos son idénticos. Por otro lado, las acciones tecnológicas estadounidenses y el oro suelen mostrar una correlación más débil o incluso negativa, ya que los inversores los tratan de forma muy diferente dependiendo de si se sienten con ganas de asumir riesgos o de evitarlos.
La clave es que esta relación no se puede definir con una fórmula matemática. Es mejor que nos sumerjamos en los tipos de correlación para explicar cómo funcionan en la práctica.
La covarianza indica si dos mercados tienden a moverse juntos o por separado, pero mantiene las unidades de los datos. Eso significa que una alta covarianza entre el S&P 500 y el DAX puede reflejar en parte su volatilidad y sus escalas de precios, y no solo la fuerza de su relación.
La
correlación de Pearson estandariza la covarianza, dando un número sin unidades entre −1 y +1. Los operadores la prefieren porque permite comparar relaciones entre activos muy diferentes. Tenga en cuenta que ambas medidas son sensibles a los valores atípicos y a los grandes picos de volatilidad, por lo que debe comprobar el rango de datos antes de sacar conclusiones.
La correlación estática mide la relación entre dos activos durante un período fijo, como el año pasado. Es sencilla y clara, pero puede ocultar cambios de régimen. Dos índices pueden parecer estrechamente vinculados en una media anual, incluso si han divergido durante meses.
La correlación móvil mide la relación durante un periodo variable, como 20, 60 o 120 días de negociación. Le ayuda a ver cuándo los mercados se tensan durante los periodos de estrés o se relajan durante los periodos de calma. Elija un periodo que se ajuste a su horizonte de negociación y recuerde que los periodos más cortos reaccionan más rápido, pero pueden ser ruidosos, mientras que los periodos más largos son más suaves, pero más lentos a la hora de advertirle de los cambios.
Los mercados pueden moverse de forma muy similar durante meses y, de repente, separarse. Por lo tanto, nunca es algo fijo. Para evitar suposiciones erróneas y adaptar sus estrategias a tiempo, debe aceptar esta realidad.
Los tipos de interés, la inflación y la fortaleza del dólar estadounidense son algunas de las fuerzas más importantes que influyen en los cambios de correlación. Por ejemplo, cuando los bancos centrales mundiales endurecen su política al mismo tiempo, los mercados bursátiles de todas las regiones suelen caer de forma sincronizada.
En mercados más tranquilos, los factores locales, como los beneficios de las empresas o las noticias del sector, tienden a marcar la pauta. Cuando la volatilidad aumenta y el VIX se dispara, los índices bursátiles de todas las regiones suelen moverse en la misma dirección.
En Estados Unidos, un puñado de empresas tecnológicas de gran capitalización dominan el S&P 500, por lo que sus beneficios pueden impulsar todo el índice. Los índices europeos, por su parte, se apoyan más en los bancos y las industrias.
Dado que cada mercado tiene una combinación de sectores diferente, sus movimientos pueden variar en función de lo que impulse los precios en cada momento. Por ejemplo, una subida del precio del petróleo podría impulsar a las empresas energéticas europeas, al tiempo que ejercería presión sobre las acciones de consumo estadounidenses.
Las crisis financieras, los nuevos aranceles o los conflictos geopolíticos pueden aumentar inesperadamente las correlaciones. Los inversores de todo el mundo pueden vender activos de riesgo de forma conjunta, independientemente de la región, en una "huida hacia la seguridad". Pero el contagio no siempre es permanente. Una vez que la crisis se desvanece, los mercados suelen volver a divergir a medida que los temas regionales recuperan importancia.
Un ejemplo reciente son los aranceles de Trump de 2025, que provocaron una onda expansiva en las acciones desde Asia hasta Europa, ya que las preocupaciones sobre el comercio mundial se extendieron rápidamente. Al principio, los mercados bajaron al unísono, pero más tarde comenzaron a mostrar diferencias de nuevo, a medida que las políticas regionales y los impulsores sectoriales tomaron el relevo.
Los mercados bursátiles están interconectados. Dado que las sesiones bursátiles pasan de Asia a Europa y a Estados Unidos, y viceversa, la evolución de los precios a menudo se "transfiere" de una región a otra. Este efecto "seguir al sol" es la razón por la que los operadores se despiertan con los futuros ya en movimiento antes de que abra su mercado local.
Si las acciones estadounidenses cierran con fuertes caídas, los mercados europeos suelen abrir a la baja y los mercados asiáticos absorben posteriormente ese sentimiento. Lo mismo ocurre a la inversa cuando Asia sufre una sacudida: Europa y Estados Unidos lo notan en sus siguientes sesiones.
Los solapamientos más intensos se producen cuando Londres y Nueva York operan al mismo tiempo. Ese intervalo de cuatro horas suele registrar la mayor liquidez y las reacciones más fuertes entre los distintos mercados. En el caso de la renta variable, los futuros estadounidenses pueden influir en los índices europeos antes de la apertura de Wall Street, mientras que los movimientos en los mercados de divisas y bonos añaden un impulso adicional.
El 5 de agosto de 2025, el Nasdaq 100 cayó casi un 3 % tras los nuevos anuncios de aranceles dirigidos a las importaciones tecnológicas asiáticas. Cuando Tokio abrió al día siguiente, el Nikkei 225 cayó más de un 2 %, con fuertes ventas en fabricantes de chips como Tokyo Electron y Advantest. Más tarde, por la mañana, la debilidad se extendió al sector tecnológico europeo STOXX 600, que cayó alrededor de un 1,5 %.
Esto demuestra cómo un solo acontecimiento en Estados Unidos puede tener un efecto dominó en Asia y luego en Europa en un ciclo de 24 horas.
Los mercados reaccionan a algo más que a los titulares, también se mueven con el estado de ánimo general de los inversores. Los operadores suelen llamar a esto riesgo o sin riesgo. Estos cambios pueden hacer que las acciones mundiales se muevan más juntas o se separen.
En un clima de apetito por el riesgo, los inversores se sienten seguros respecto al crecimiento, los beneficios o el apoyo de los bancos centrales. Las acciones suelen subir al unísono y las correlaciones entre regiones aumentan a medida que el capital fluye hacia los mercados bursátiles en general. Las acciones tecnológicas, las de pequeña capitalización y los mercados emergentes suelen ser los más beneficiados.
En una fase de aversión al riesgo, la incertidumbre se apodera del mercado. Los inversores pueden preocuparse por los aranceles, la inestabilidad política o los datos débiles, y comienzan a reducir su exposición a la renta variable en todo el mundo. Es entonces cuando se suele observar una caída sincronizada del S&P 500, el DAX y el Nikkei, mientras que la demanda se desplaza hacia activos más seguros.
Entre los refugios seguros clásicos se encuentran el dólar estadounidense, el yen japonés, el franco suizo, los bonos del Tesoro estadounidense y el oro. Por ejemplo, en julio de 2025, cuando los titulares sobre los aranceles desencadenaron otra ola de ventas, el S&P 500 perdió alrededor de un 1,8 % en un día, mientras que los futuros del oro subieron casi un 2 % y el USD/JPY cayó de 158 a 155, ya que los operadores se apresuraron a comprar yenes.
Movimientos como este demuestran cómo las correlaciones entre las acciones se estrechan en situaciones de estrés y cómo el capital busca simultáneamente seguridad en otros lugares.
Los diferentes mercados bursátiles suelen moverse de forma diferente, ya que cada región tiene su propia estructura y sus propios factores que influyen en los precios.
Estados Unidos suele marcar la pauta de las acciones mundiales. El S&P 500 está muy influenciado por las empresas tecnológicas de gran capitalización, como Apple, Microsoft y Nvidia, por lo que los beneficios o los cambios de política en ese sector pueden tener repercusiones en todo el mundo.
Las decisiones de la Reserva Federal también tienen peso a nivel mundial: cuando la Fed insinúa una bajada o una subida de los tipos de interés, los futuros sobre acciones de toda Europa y Asia reaccionan en cuestión de minutos.
Los índices europeos, como el DAX y el STOXX 600, están más expuestos a los sectores industrial, automovilístico y bancario. Esto significa que pueden reaccionar de forma diferente a las fluctuaciones de las materias primas, los precios de la energía o la política del Banco Central Europeo.
Por ejemplo, cuando el petróleo subió a principios de 2025, las empresas energéticas europeas ayudaron al STOXX 600 a superar a sus homólogos estadounidenses durante un breve periodo.
Los mercados asiáticos, incluidos el Nikkei 225, el Hang Seng y el CSI 300, están estrechamente vinculados a los flujos de divisas y al comercio mundial. Las acciones japonesas suelen moverse en dirección opuesta al yen: cuando el USD/JPY cae bruscamente, los exportadores de Tokio también suelen caer.
Por su parte, las acciones chinas son sensibles a los cambios en la política gubernamental y a las relaciones comerciales. En 2025, los nuevos aranceles estadounidenses sobre los productos tecnológicos chinos provocaron pérdidas semanales de dos dígitos en algunos fabricantes de chips que cotizan en Shenzhen, lo que a su vez lastró el índice Hang Seng de Hong Kong.
En agosto de 2025, las nuevas medidas arancelarias de la Administración Trump provocaron una fuerte venta masiva a nivel mundial. El Nasdaq 100 cayó casi un 3 % en un solo día, y el movimiento se repitió en toda Asia, con el Nikkei 225 cayendo más de un 2 % y el Hang Seng perdiendo un 1,8 %. Europa siguió el ejemplo, con el DAX cayendo un 2,1 % a la mañana siguiente.
Durante esa semana, las correlaciones entre el S&P 500 y los principales índices asiáticos subieron por encima de 0,8, lo que demuestra la rapidez con la que las acciones mundiales pueden moverse al unísono en situaciones de tensión.
Por el contrario, el auge mundial de la IA a principios de 2025 demostró cómo el sentimiento positivo también puede reforzar las correlaciones. Los sólidos resultados de Nvidia y Microsoft elevaron el Nasdaq a máximos históricos, mientras que la demanda de semiconductores se extendió a la taiwanesa TSMC y la japonesa Tokyo Electron, que registraron ganancias mensuales de dos dígitos.
La europea ASML también subió, impulsando al alza el sector tecnológico del STOXX 600. En este caso, el optimismo sobre la inteligencia artificial vinculó los mercados de valores de todas las regiones en un repunte sincronizado.
No necesitas un software avanzado para comprobar las correlaciones. Con herramientas básicas como Excel, Google Sheets o una plataforma de negociación que admita la exportación de datos, puedes calcularla.
Proceso paso a paso
Aspectos a tener en cuenta
Saber que los mercados se mueven juntos (o separados) es útil, pero la verdadera ventaja proviene de convertir esos conocimientos en estrategias.
El operador "William Butcher" está observando las acciones tecnológicas en EE. UU. y Europa. Observa un fuerte repunte en el Nasdaq-100 después de que la Fed recortara los tipos en 25 puntos básicos y se renovara el optimismo en torno a los semiconductores y la inteligencia artificial.
Reuters informó de que las acciones tecnológicas europeas también subieron alrededor de un 2,1 % ese mismo día, lo que llevó al sector tecnológico del STOXX 600 a subir tras una racha de pérdidas.
Observación de William: cuando el Nasdaq lidera con fuerza, la tecnología europea le sigue con cierto retraso. Elige una acción tecnológica europea para su operación: ASML (ASML-NL), que recientemente publicó unas cotizaciones y reservas sólidas y subió un 11,2 % gracias a sus beneficios, lo que ayudó al sector tecnológico del STOXX 600 a alcanzar máximos históricos a finales de enero de 2025.
|
Parameter |
Value |
|---|---|
| Trader | William Butcher |
| Base account balance | USD 50,000 |
| Instrument | Long position on ASML (European tech stock) via CFD or equity |
| Signal | After Nasdaq-100 rallies ~1-2% on rate-cut optimism, and STOXX 600 tech is up ~2.1% same day, indicating correlated strength. |
| Entry price | Assume ASML is trading at €700 per share (for example) |
| Expected move | Target gain of ~8-10% over 2-3 weeks (as tech momentum transfers) |
| Stop loss | ~4% below entry (to limit downside if correlation breaks) |
| Position size | Uses 10:1 leverage (so his total exposure is 10× used capital) |
| Used equity for position | $5,000 margin, giving exposure of $50,000 equivalent in ASML shares |
Antes de la operación: saldo de la cuenta = 50 000 $
William abre una posición larga apalancada en ASML, con un margen utilizado de 5000 $ y un apalancamiento de 10:1; exposición = 50 000 $.
Si ASML cae un 4 % (stop loss) → pierde ~4 % × exposición = 2000 $. Con el margen, pierde esa cantidad del capital utilizado; nuevo saldo ~ 48 000 $.
¿Qué hace que esta operación funcione?
La correlación es una guía útil, pero no es una bola de cristal. Los operadores suelen caer en la trampa de asumir que las relaciones son fijas, cuando en realidad cambian con el sentimiento, la política y los acontecimientos. Tenga en cuenta estos errores comunes:
¿Qué significa una correlación de +1?
Significa que dos mercados se mueven en la misma dirección al mismo tiempo.
¿La correlación me indica qué acciones subirán próximamente?
No, la correlación muestra cómo se mueven los mercados juntos, no cuál de ellos liderará el movimiento.
¿Por qué debería preocuparme por las correlaciones mundiales si solo opero con acciones estadounidenses?
Porque los acontecimientos en el extranjero suelen influir en los futuros estadounidenses incluso antes de que abra Wall Street.
¿Las correlaciones se mantienen iguales durante todo el año?
No, cambian con los tipos de interés, los beneficios y la percepción del riesgo. Por eso, la correlación móvil es más útil que una instantánea única.
¿Qué es una correlación móvil?
Se calcula sobre una ventana móvil (por ejemplo, 60 días) para que se pueda ver cómo se fortalecen o debilitan las relaciones a lo largo del tiempo.
¿Cuál es la diferencia entre correlación y beta?
La correlación mide la dirección del movimiento, mientras que la beta mide la sensibilidad a los movimientos del mercado. Una acción puede tener una alta correlación, pero una beta diferente.
¿Cómo se comportan las correlaciones durante las crisis?
Suelen dispararse hacia 1,0, ya que los inversores venden activos de riesgo y se refugian en activos seguros como el USD, el JPY, los bonos del Tesoro y el oro.
¿Cómo puedo operar con una ruptura de la correlación?
Es habitual operar con pares: comprar un activo y vender otro cuando su relación diverge, esperando una reversión.
¿Pueden las correlaciones ayudar a cubrir una cartera?
Sí. Por ejemplo, si su cartera tiene una gran presencia de tecnología estadounidense, podría cubrirse con futuros cortos del Nasdaq o incluso utilizar divisas (USD/JPY) si el yen tiende a moverse en sentido contrario a sus activos de riesgo.
El oro y el S&P 500: ¿correlación inversa o mito?
Muchos operadores asumen que el oro siempre se mueve en dirección opuesta a las acciones, especialmente al S&P 500. Pero, ¿es eso un hecho o un mito? Vamos a averiguarlo...
Detalle
Recompra de acciones en la valoración de mercado
Una recompra de acciones, también llamada recompra de participaciones, se produce cuando una empresa utiliza su propio dinero para recomprar acciones en el mercado.
DetalleÚnase a nuestro canal de Telegram y suscríbase gratis a nuestro boletín de señales de trading.
Únete a nosotros en Telegram